Os traigo uno de los guisos marineros más apetecibles de mi tierra malagueña, un sencillo potaje de jibia con garbanzos, un plato muy completo y una forma diferente de guisar la jibia, como por estos lares llamamos a la sepia o choco. Ya sabes que la jibia también se suele comer frita, de la misma manera que el pulpo o los «pescaitos», sobre todo los boquerones, aunque también está deliciosa simplemente cocinada a la plancha o, como está muy de moda en los chiringuitos malagueños, la jibia o el calamar en espeto, a las brasas, una delicia.

Esta versión es un poco diferente y más contundente que la que ya publicamos hace tiempo, hecha en Thermomix, y en esta ocasión la preparamos a fuego lento, a la manera tradicional, aunque si quieres ahorrar tiempo también puedes echar mano de la olla rápida.

La jibia la puedes comprar fresca, aunque yo suelo usar la jibia congelada que encuentras fácilmente en los supermercados, lo que tiene dos ventajas importantes. La primera, ahorrarse el engorroso proceso de limpieza y de quitar la piel de la jibia, y la otra gran ventaja es que, al venir congelada, evitamos el frecuente problema de la infestación por anisakis, un parásito que puede encontrarse en pescados, pulpos, calamares y sepias.

Ingredientes

500 gr garbanzos remojados, 400 gr jibia limpia, 2 cebollas, 1 tomate maduro, 1 cabeza de ajos, 1 patata, 1 hoja de laurel, sal, pimienta negra molida, 1 cucharadita de pimentón dulce, 100 cc. aceite de oliva virgen extra, 1 pimiento verde italiano. Un ramillete de hierbabuena, para decorar.

Elaboración

Remoja los garbanzos, cubiertos en abundante agua salada. Necesitarán al menos 12 horas para que queden tiernos. Puedes consultar en este enlace nuestros consejos para el correcto remojado de las legumbres. Asa la cabeza de ajos en la llama, hasta que quede muy tostada, o bien en el grill del horno, si no tienes fuego de gas.

Introduce en una cazuela los garbanzos remojados, la cabeza de ajos asada, una de las cebollas troceada, la patata pelada y cortada en dados, el laurel, y el tomate lavado y troceado. Añade la jibia, limpia y cortada en dados, cubriendo con agua. Ajusta de sal y pimienta y lleva a ebullición.

Deja cocer unos 50 minutos a fuego lento, removiendo de vez en cuando, o hasta que los garbanzos queden tiernos. Al principio puede que sea necesario limpiar de espuma la superficie del guiso, si ves que se acumulan impurezas. Si quieres puedes usar la olla rápida, dejando cocer unos 35-40 minutos. El tiempo depende mucho del tipo de garbanzos usados.

Mientras se cocina el guiso, prepara aparte un sofrito en una sartén con la otra cebolla y el pimiento verde, picados finamente, con el aceite de oliva. Deja que se haga el sofrito a fuego medio unos 10-15 minutos, añadiendo al final el pimentón. Remueve, aparta del fuego y vierte el sofrito en la cazuela, preferiblemente a mitad del tiempo de cocción, removiendo. Sigue cocinando hasta que los garbanzos queden bien tiernos.

Consejos, degustación

Una vez en su punto, aparta del fuego y sirve en platos soperos este delicioso potaje de jibia con garbanzos, bien caliente, decorando con una ramita de hierbabuena, según nuestra costumbre. Si quieres puedes añadir un poco de huevo duro picado, para un plato más contundente.