Los que me seguís en mis cuentas de Instagram y Twitter han podido disfrutar estos días de las muchas fotos y localizaciones en Foursquare que he ido subiendo a la red, casi en tiempo real, durante mi reciente estancia en Holanda, una nueva visita en la que hemos hecho algo de turismo por Utrecht, Amsterdam, Leiden y Gouda.

Aunque hay que reconocer que la gastronomía no es el fuerte de este país, con una cocina sencilla y poco sofisticada, de la que ya os hemos hablado, la mezcla cultural y étnica, sobre todo en las grandes ciudades, amplían mucho las posibilidades de disfrutar de una buena comida. En esta primera entrega os hablaré de Gouda, famosa por sus quesos, exportados a todo el mundo, y que celebra, al igual que muchas otras, su mercado tradicional del queso en la plaza del Ayuntamiento, para deleite de los turistas que se congregan allí.

Como ocurre en toda Holanda, lo mejor para desplazarnos es el tren, rápido, cómodo y barato, y las distancias son cortas. Nada más apearnos en la estación de Gouda, nos dirigimos caminando a la plaza del Ayuntamiento, a pocos minutos a pie. Allí nos encontramos con el mercado de quesos, entre el impresionante edificio gótico del Ayuntamiento y la casa de pesado del queso, donde se pueden ver las balanzas antiguas, y visitar un museo del queso.

Merece la pena la visita al Ayuntamiento, uno de los más bellos de Holanda, que data del siglo XVI, y en la extensa plaza encontramos puestos callejeros donde comprar quesos, claro, aparte de baratijas de artesanía y algunos sitios de comida, especialmente uno en el que sirven pescado frito rebozado y con salsas, o las clásicas friten (patatas fritas), al estilo belga.

En la plaza tomamos un rápido almuerzo, en la terraza del restaurante Belvedere, donde me pido el «trío Belvedere», nombre rimbombante y equívoco para llamar a un plato combinado de sopa de queso, tostada con huevo y jamón y pan con kroqueten, que quita el hambre por un rato pero me deprime un tanto, como puedes imaginar. La mayoría de los holandeses se conforman con una ensalada o un sandwich vegetal.

La ciudad no es muy grande, y a escasos metros de la plaza merece la pena visitar la iglesia de San Juan Bautista, sobre todo sus impresionantes vidrieras góticas, las mejores de Holanda según rezan las guías. Si visitas Holanda, desde luego merece la pena una breve visita a Gouda, y no únicamente por sus quesos, como hemos comprobado.