© José Maldonado

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El borsh o borsht es una sopa tradicional de Europa oriental, a base de remolachas que le dan su intenso color, y que se prepara en versiones calientes con verduras y carnes, sobre todo ternera. Para el verano tenemos versiones más ligeras, como esta sopa fría de remolacha, borsh con un agradable sabor agridulce.

Puedes usar indistintamente las remolachas ya cocidas, que se encuentran habitualmente en los supermercados, o remolachas en crudo.

Ingredientes

500 gr. remolachas cocidas, un litro de caldo o agua, 50 gr. de azúcar, 100 cc. zumo de limón, una cebolla, un tomate, 2 dientes de ajo, una patata, sal, pimienta molida, 3 cucharadas de aceite.

Elaboración

Saltea la cebolla en una cazuela, picada fina, hasta que quede transparente. Añade los ajos picados, el tomate, la patata pelada y en dados, y la remolacha pelada y rallada.

Cubre con agua o caldo, salpimienta y añade el azúcar. Deja cocer a fuego lento 30 minutos, o hasta que todo quede muy tierno. Si quieres que quede cremosa tritura con la batidora, añadiendo el zumo de limón.

Ajusta de condimento y deja enfriar una hora. Sirve este borsh o sopa fría de remolacha decorando con un poco de nata agria, al modo tradicional, o con un cordón de nata espesa.