He recuperado esta receta tradicional que no puede faltar en nuestro blog, en estos días de Semana Santa, el clásico potaje de vigila.  Hay que pensar que antiguamente la vigilia, prohibición católica de comer carne, se extendía a los viernes de todo el año, y no sólo en Cuaresma.

Está bien que se haya conservado la costumbre de tomar bacalao en estos días, que además era un pescado fácil de conservar y transportar en tiempos en lo que no existían los modernos refrigeradores. Ingredientes sencillos para un plato exquisito. Otra receta muy buena de mi tierra son los buñuelos de bacalao, que también se preparan en estas fechas.

Ingredientes para 4 personas

400 gr. garbanzos remojados, 200 gr. bacalao desalado,  250 gr. espinacas (pueden ser congeladas), 2 cebollas, 1 huevo duro, 2 dientes de ajo, 1 rebanada de pan, 1 cucharada de pimentón, un ramillete de perejil, una hoja de laurel, 50 cc. aceite de oliva, sal, una cucharadita de cominos .

Elaboración

Desala el bacalao durante 24-48 horas, cubierto de abundante agua fría, cambiando el agua al menos tres veces. El desalado es mejor hacerlo dentro del frigorífico. Si quieres ahorrar tiempo lo puedes comprar ya desalado. Retira las espinas que puedas, usando los dedos o unas pinzas para las más finas.

Remoja los garbanzos durante una noche en agua con un poco de sal. Si quieres ahorrar tiempo remoja los garbanzos en agua caliente con bicarbonato y sal, y a los 20-30 minutos, escurre y lava bajo el grifo.

Lava bien las espinacas, mejor si son frescas. Pícalas fínamente en una tabla.

Saltea en una sartén o cazuela un ajo picado con la cebolla picada. Cuando tome color añade el pimentón dulce. Añade también los garbanzos y las espinacas picadas. Cubre al momento con el agua (al menos un litro y medio), el laurel y una pizca de cominos, y deja cocer 30 minutos a fuego lento. Añade el bacalao y deja acabar la cocción otros 20-25 minutos, o hasta que todo quede muy tierno. No añadas sal.

Aparte fríe un diente de ajo y una rebanada de pan, cortado en dados,  en el aceite de oliva. Maja o pasa por la batidora el pan frito con el ajo frito, el perejil y una yema de huevo duro, añadiendo un poco del caldo de cocción. Vierte sobre el guiso y deja cocer unos minutos hasta que la salsa espese.

En esta receta tradicional de potaje de vigilia los cominos aportan un suave sabor anisado, pero sobre todo ayudan a la digestión de los garbanzos.  Al final ajusta el punto de sal, aunque gracias al bacalao lo más seguro es que no tengas que añadirle.