Es genial poder experimentar en casa y desarrollar nuestra creatividad e imaginación, como cuando elaboramos panes caseros como el que hoy os propongo, un delicioso y muy sano pan integral de cerveza.

Para prepararlo hemos utilizado una mezcla de harina blanca de trigo y harina integral de centeno. La originalidad de este pan es que sustituimos el agua de la masa por cerveza pilsen, que aporta un delicioso y original sabor tostado a este pan. Añadimos semillas y un poco de nuestro aceite de oliva virgen extra para mejorar la textura.

Para prepararlo hemos aprovechado la cerveza Pilsen Cruzcampo, que además en estos momentos ha lanzado en unas interesantes ediciones limitadas, con etiquetas antiguas que son un fiel reflejo de la larga historia de esta conocida marca de cervezas, un auténtico capricho para los coleccionistas.

Ingredientes

400 gr harina de fuerza (blanca de trigo), 300 gr harina integral de centeno, 480 gr cerveza Pilsen Cruzcampo, 12 gr sal fina, 8 gr. levadura seca de panadero, 2 cucharadas de semillas peladas (pipas de calabaza y de girasol), 4 cucharadas de muesli, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.

Elaboración

Pesa y mide todos los ingredientes por separado. Para hacer el pan mezcla todos los ingredientes en un bol grande (menos las semillas, que las usaremos para decorar la corteza), removiendo con la espátula para mezclar bien. Si quieres puedes luego amasar a mano, sobre la mesa enharinada ligeramente, o si no eres un fanático o fanática del amasado manual (de los que tanto abundan), puedes amasar en un robot de cocina.

Si amasas a mano, necesitarás unos 15-20 minutos de amasado, más o menos. Si lo haces a máquina, depende del robot usado. Por ejemplo, en Thermomix yo suelo amasar unos 8 minutos a velocidad espiga, más que suficiente.

Una vez amasado pasa a un molde ligeramente engrasado, tapa con film o un trapo y deja fermentar una hora a temperatura ambiente, mejor en sitio cálido. En casa aprovecho el programa de fermentación de mi horno Neff, que estimula la masa a unos 35 grados, aunque hay que tener cuidado de que no hiperfermente, Lo más seguro es fermentar a temperatura ambiente, siempre que la temperatura ronde los 24-25 grados. El tiempo de fermentado es bastante variable, dependiendo de la temperatura y humedad del ambiente, puede rondar desde 45 minutos hasta 2 horas o incluso más, si la temperatura es relativamente baja.

Una vez la masa duplique su volumen, le damos unos pliegues rápidos para quitar el exceso de gas, dando forma alargada o redondeada, según el molde o la forma que queramos. Espolvorea un molde tipo banetón con una cucharada de harina y las semillas de calabaza y girasol, coloca dentro la masa, vuelve a tapar y deja fermentar otros 35-40 minutos, o hasta que doble su volumen otra vez.

A continuación vuelca el pan sobre una bandeja de horno, dejando la parte de las semillas hacia arriba, y hornea en el horno precalentado a 200ºC unos 30-35 minutos, o hasta que quede bien dorado. Si tu horno tiene aporte de vapor no dudes en añadirle ese extra de humedad que hará que la corteza sea más fina y brillante, y que hará que suba más y quede más esponjoso.

 

Consejos y/o Presentación

Saca del horno, deja enfriar sobre rejilla. Este tipo de panes es recomendable dejarlos asentar un día. Si lo guardas en una bolsa de tela, te durará bien varios días. Si no lo vas a gastar en ese tiempo, siempre puedes cortarlo y congelarlo en rebanadas, guardado en bolsas herméticas, para que no coja olor de otros alimentos.