Ayer estuve en el Ikea cercano y a la entrada me regalaron un vale para degustar tapas suecas con el almuerzo. No es que la comida sueca sea mi preferida, pero lo poco que conozco me gusta bastante. Reconozco que me encantan las albóndigas suecas que sirven en el menú, y la combinación con patatas, pepinillos y mermelada de arándanos es sencillamente genial.
Al final, y por la hora, no nos quedamos a comer, pero la pequeña tienda de Ikea Food que hay a la salida es toda una tentación, y una buena manera de acercarse a la cocina sueca. A pesar de ser pequeña, hay casi de todo. En congelados encontramos salmón fresco y las clásicas albóndigas, que aprendí a hacer en casa hace tiempo. Entre las bebidas lo mejor es la sidra de peras, en grandes latas, que bien fría es una maravilla, bastante dulce.
También encontramos bricks con bebidas de arándanos y escaramujo, entre otros, y consecuencia del gusto de los nórdicos por los frutos del bosque son las abundantes mermeladas. Muchos de estos productos son además ecológicos. Me traigo una mermelada de naranja con flores de sauco muy rica, y la clásica de arándanos rojos, una delicia, que además está de oferta. También venden salsa de vainilla en bricks, que es la que suelen servir para acompañar las tartas de frutos rojos.
En refrigerados encontramos salsas, como la de rábanos picantes, y salmón ahumado en diferentes presentaciones. Incluso me llama la atención que venden la masa para el pan de jengibre, en un rulo que una vez estirado se corta para hacer figuras e incluso casitas, una vez horneado, claro, y que es una tradición navideña muy arraigada.
También se venden bolsitas con especias secas, desde pimienta en grano hasta romero o tomillo. Dentro de los panes, venden congelados esos panes tiernos, muy finos, usados para rellenar con ahumados y ensaladas. Hay mucha variedad, al final me decidí por unos panecillos integrales crujientes, con avena y sésamo, perfectos para acompañar con queso, a modo de crackers.
Pero mi perdición son las patatas fritas del Ikea Food, que se venden en bolsas con distintas variedades. Mis preferidas son las de cebolla y crema, irresistibles de verdad. Son un vicio, realmente una vez que pruebas una no puedes dejar de comer hasta acabar la bolsa, muy crujientes, agridulces y nada aceitosas.
Para acabar con las dulces tentaciones, lo que más abundan son los dulces y galletas, con paquetes y atractivas cajas, con infinidad de variedades. Al final, para no pecar en exceso, me traje unas deliciosas galletas suecas de jengibre ecológico, muy finas, crujientes y de sabor intenso, con melaza y un toque de canela y clavo muy sutil. Ideales para acompañar el café o el té de la tarde.
La única pega, si se le puede llamar así, es que las etiquetas están todas en sueco, no así en las estanterías. Para leer los ingredientes o incluso el nombre del producto en español hay que buscar entre 15 idiomas. En el caso de las mermeladas hay que levantar una pegatina autoadhesiva que tiene detrás para llegar a nuestro idioma, algo complicado la verdad.
Resumiendo: 2 bolsas de patatas, 2 sidras de pera (medio litro cada una), 2 mermeladas, un paquete de panes suecos, unas galletas y la bolsa Ikea Food de papel, que la cobran aparte. En total en torno a 11 euros. Los precios son razonables, y se sigues las ofertas puedes encontrar mermeladas por un euro y medio, realmente baratas.
Pues si que hay cosas interesantes en Ikea, no tenía ni idea de que también tenían comida. Es que debo de ser de las pocas personas que todavían no han pisado el Ikea (y no por falta de ganas). Así que después de leer esto ya no se me va a resistir más esa visita.
Saludos.
Jeje, pues sí, no es que tengan mucho, es una pequeña muestra, pero como ves es interesante y una forma de acercarnos a la cultura sueca.
Un saludo.
Debo reconocer que siempre que voy a Ikea, me encanta terminar mi compra con un perrito caliente y una comprilla en el super sueco… jejeje… Nunca falta la extraordinaria sidra de pera, el embutido ahumado de reno, las galletas de avena con chocolate y una cajita de cebolla deshidratada. Y siempre hay un extra: salmón ahumado, algún tipo de pan, mermeladas, mostaza, etc.
Nunca he comprado las galletas de jengibre ni las patatas fritas, tomo nota para la próxima visita a Ikea ;-)
Uff…lo del embutido de reno no lo había visto, voy a tener que ir más por allí. Me olvidaba la cebolla deshidratada, que rica para ensaladas y sopas :-) Estás en todo Eva jeje…
Un saludo.
Buenas tardes Pepe y compañia. La verdad es que Ikea es para pasar alli el dia enterito porque tiene de todo…. son muy inteligentes y psicologos estos te hacen recorrerte todos los rincones para salir y como saben que siempre pasamos alli varias horas y nos coge la hora de comer, pues en medio del recorrido te ponen el restaurante con muy buenos precios y comidita agradable (yo siempre me pido las albondigas o el salmon).
Y ahora por si alguien se escapa de lo anterior, te ponen la tentacion de la tienda de comida, Ikea Food. Con cantidad de productos que, como nos llaman tanto la atencion, siempre terminamos por comprar.
Chapeau Ikea….. Y por supuestisimo chapeau Pepe, por tu post que me ha encantado y por todo lo que haces a diario, que es mucho….. nosotros estamos aqui, tomando nota :-)
Anda que no veas la publi que le hemos hecho éste sitio que empieza por I y termina por kea.
Jajeje..pues sí, buena publicidad, y encima de gratis :-) Pero vamos, se lo merecen, es una empresa ejemplar en muchos sentidos.
Un abrazo.
Un producto interesante de la tienda sueca de Ikea es el rosti, unas tortitas de pan congeladas y precocidas que se pueden hornear y luego utilizar como base para canapés calientes. Lo malo es que no siempre lo hay y en ciertas tiendas el surtido es más reducido.