Huesos de San ExpeditoAquí estoy con mi primer artículo de huesos de San Expedito para la Pepeweb. Me presento con el pelo bien planchao y la raya bien hecha, los calcetines caladitos de perlé bien subidos y la muda limpia, cual si fuera una niña buena.

Al hilo de la reivindicación del dulce tradicional en que pretendo embarcarme y que ya comentó Pepe en la ruborizante presentación que me hizo, he elegido un dulce muy racial y que en mi casa causa furor: los huesos de San Expedito. Yo los conozco en Madrid por este nombre, pero se hacen con un tipo de masa que se encuentra en muchas regiones con diferentes nombres y diferentes formas, también como rosquillas. Recuerdo que mi hermana me trajo de Astorga algo muy similar cuando di a luz a uno de mis churumbeles, pero en lugar de forma de huesos o bastoncitos como estos que nos ocupan, tenían forma de pelotilla. Si estarían buenas las pelotas que aún me acuerdo.

Ingredientes

Para unas 40 piezas:

  • 300 g de harina de repostería
  • 1 yema y 3 huevos medianos enteros
  • 1 dl de aceite de oliva
  • 45 gr. de azúcar
  • 1 chorrito de anís dulce
  • 10 g de anises (facultativo, aquellos a los que no les gusten los anises pueden prescindir de ellos, pero en mi opinión dan un sabor riquísimo)
  • Aceite para freír (hay quien prefiere el de girasol al de oliva para freír dulces porque es más insípido; lo dejo a la elección de cada cual)
  • Azúcar glas para espolvorear

Huesos de San Expedito

Elaboración

  1. Se cierne la harina y se reserva.
  2. Se baten juntos el huevo, la yema y el azúcar para que este se disuelva un poco.
  3. Se añaden el aguardiente y el aceite, se mezcla todo bien y a continuación se añade la harina. Se amasa bien, se debe obtener una masa blandita y más bien pegajosa, porque con el posterior reposo se endurece. Puede ser necesario ajustar la cantidad de harina, ya que no todos los huevos son del mismo tamaño ni las harinas tienen la misma capacidad de absorción.
  4. Se deja reposar la masa una media hora, tapada con plástico, para que se hidrate la harina.
  5. Una vez reposada la masa, se vuelve a amasar un poquito, si se pega mucho se le puede añadir algo de harina. Se van tomando pedazos del tamaño de una nuez, con los que se forman rollitos de unos 8 cm entre las manos, o también se pueden formar cilindros de unos 2 cm de diámetro, que se cortan en porciones de 8 cm. Mientras se hacen los churritos aconsejo mantener el resto de la masa en una bolsa de plástico, para que no se seque.
  6. Se pone el aceite a calentar a fuego medio-flojo, ojo porque no es necesario que esté muy caliente. Si el aceite está demasiado caliente no se inflan todo lo que deben, pues se les forma la corteza demasiado pronto. Se les va dando un tajo a lo largo con un cuchillo o una tijera de cocina y se fríen hasta que se inflan ligeramente y se doran; deben tardar unos dos minutos por cada lado, pues tienen que cocerse bien por dentro (hay que estar pendientes para ir dándoles la vuelta, que no son tan bien educados como los buñuelos y no se la dan solos). Recomiendo probar primero con un solo hueso, para ajustar la temperatura del aceite; no deben arrebatarse. Se sacan a un papel absorbente y se espolvorean de azúcar glas.

Huesos de San Expedito

Consejos, degustación

Estos huesos de San Expedito son un dulce facilísimo de hacer, perfecto para preparar con vuestros niños, si los tenéis, claro, porque amasar los churritos cual si de plastilina se tratara es francamente divertido. Y acabar toda la familia de harina y aceite hasta las cejas… une mucho. Los huesos de San Expedito, como cualquier rosquilla o pasta, se conservan bastante bien durante al menos una semana, siempre guardados en una caja metálica. Aunque el mismo día es cuando están más buenos.

Huesos de San Expedito