En unos tiempos en los que cuesta encontrar helados artesanales, merece la pena volver a visitar una de las heladerías más antiguas de Málaga, y quizás de España, si es cierto lo que dice en su publicidad “desde 1890”. La Heladería Casa Mira en Málaga es sin duda un clásico.

Aunque tienen otro establecimiento en la cercana y más de moda calle Larios, siempre he preferido este de calle Nueva, la calle comercial por excelencia del centro, que partiendo de Puerta del Mar llega hasta la Plaza de la Constitución. En esta calle es uno de los pocos comercios antiguos que sobreviven, entre algunos bares y casas de comidas de las calles adyacentes.

Además otro de sus encantos es que conserva la decoración primitiva, o al menos no han cambiado ni un ápice a como yo la conocía de pequeño, hace cuarenta años. Esto tiene mucho mérito. Suelos de mármol, mesas blancas, una decoración “fría” que ya refresca nada más entrar. Y por supuesto, los helados excelentes, en pocos sitios mantienen el clásico helado mantecado, mi preferido.

Otra ventaja de esta heladería es que abre todo el año, aunque los malagueños no son tan aficionados al helado en invierno, cosa rara ya que el invierno como tal no existe en nuestra ciudad, no es extraño estar a 20º en diciembre, y más. En navidad triunfan con sus excelentes turrones artesanales, que venden al peso, sobre todo el turrón de yema y el de frutas.

En Madrid hay otra pastelería Mira, muy famosos por su turrón, y donde he visto colas en Navidad para comprarlos. No estoy seguro si son familia, o es casualidad. Si tenemos mucha sed siempre pido el granizado de limón, con un intenso sabor natural. Si te gusta el café, me encanta el blanco y negro, que es granizado de café bien cargado servido con helado, a elegir de su carta, y nata montada (opcional).

Aparte de los granizados, la horchata y la leche merengada son naturales, muy ricas y refrescantes, y los batidos de helado son abundantes y generosos, hechos al momento. De los helados, el que más éxito tiene es el helado de turrón, cremoso y de sabor intenso a almendras tostadas, una maravilla. Y de los clásicos, recomiendo el helado mantecado o el de leche merengada, con un suave toque de canela y corteza de limón, como debe ser.

Cierto que heladerías artesanales hay ahora muchas en la ciudad, algunas de calidad excepcional, pero está claro que ninguna con tanta solera como esta clásica Heladería casa Mira, una parada obligatoria en nuestros paseos por el centro de Málaga.