Este verano estoy teniendo mucho trabajo, ya sabéis que estoy colaborando con otras webs gastronómicas, como las de superSol, Hiperdino, Thermomix y Hojiblanca. Además hemos estado impartiendo cursos en algunas tiendas superSol de la costa andaluza. Y por si fuera poco, ultimando las instalaciones de nuestra nueva escuela en Málaga.
Así que este año las vacaciones se han reducido a alguna escapada, como la que hicimos a las costas gaditanas, Bolonia, Tarifa, Caños de Meca y Cádiz capital. Buenas y extensas playas de arena atlántica, sol asegurado y buena comida, unido a la relativa cercanía a Málaga nos llevaron a disfrutar de varios fines de semana por la zona, que os recomiendo si no la conocéis.
A nivel gastronómico las costas gaditanas tienen mucho que ofrecer, sobre todo en esta época en la que están recientes las capturas de atunes de almadraba, el mejor del año, ya que viene cargado de grasa y reservas para el desove en el Mediterráneo (el atún que llaman “de derecho”). Muy recomendable el morrillo de atún, que en la playa de la Fontanilla de Conil (restaurante La Fontanilla) nos sirven al horno, muy jugoso, en una ración generosa y difícil de olvidar.
O la ventresca de atún a la plancha que nos sirven en Bar Paquiqui de Zahara de los Atunes, un sitio de comidas caseras más que recomendable (no te pierdas el lobito, una especie de tiburón). Probamos un delicioso tataki de atún con sésamo en Dogville, en Bolonia, donde además puedes disfrutar de los famosos atardeceres gaditanos. Tristemente, la calidad del atún va decayendo, ya que, según nos cuentan los mismos lugareños, los barcos japoneses los compran directamente en la almadraba, por lo que cada vez es más difícil comer un buen atún salvaje.
Cambiando de menú, se puede disfrutar también de buenas carnes, de raza retinta, o de platos típicos como unos huevos fritos con jamón en el Hotel La Codorniz de Tarifa, y en general por toda la zona disfrutamos de desayunos de tostada con aceite, tomate y jamón, que suele ser de ibérico de Huelva y de una calidad a la que no estamos acostumbrados por Málaga.
Aunque si encuentras alguna churrería, suele haber alguna cercana siempre, no te pierdas una buena ración. Los suelen vender al peso (pide un euro de churros, son un montón), te los ponen en un “cartuchito” de papel y te los puedes llevar a alguna cafetería cercana y acompañarlos de un café o chocolate, a gusto.
Aunque no lo he mencionado, de aperitivo suelen servir una ensaladilla de patatas aliñadas, con cebolla o cebolleta, aceite, vinagre y aceitunas, que recuerda algo a la ensalada malagueña, pero sin el bacalao ni la naranja.
Visita al Mercado Central de Cádiz, un tapeo
Uno de los días de nuestra estancia aprovechamos para hacer una breve visita a Cádiz, una ciudad a la que hace años que no volvía. Como siempre, deslumbrante en su luz atlántica, la blancura de su catedral y sus miradores. Un paseo por el casco antiguo nos lleva al recientemente remodelado mercado central de Cádiz, que nos sorprende por su belleza, con un patio porticado de columnas, donde se reparten puestos de pescado, carnes y verduras.
La parte central, la destinada a pescadería, es sin duda la mejor, donde encuentras casi de todo, desde el clásico choco hasta atún, en diferentes cortes, urtas, gallos, acedías, pez espada, lobito (marrajo), cazón, pargos, gambas y cigalas. Abundan también las caballas, muy típicas de estas aguas, con sus lomos brillantes.
Tras este festival de sensaciones, nos dirigimos a uno de los lugares de tapeo más famosos de Cádiz, a Ultramarinos Bar El Veedor, en la calle del mismo nombre, donde disfrutamos como nadie de un jamón de 5 Jotas de Jabugo acompañado de una manzanilla de Sanlucar, pura esencia andaluza. También puedes probar varios tipos de tortilla (con patatas, pimientos, jamón, etc.), croquetas de choco, choco frito, o ensalada de melva. Después, y ya de camino a la Catedral, una parada para mitigar el calor en la cercana Heladería Los Italianos, para tomar un blanco y negro (granizado de café con helado).
Y para acabar, un lugar muy especial, el Restaurante La Breña, en Caños de Meca, con su terraza con vistas al mar donde puedes descubrir platos más innovadores como el salmorejo con helado de plancton o un sorbete de cerezas con bourbon. Esto es solo una muestra de lo que nuestra provincia vecina, Cádiz, puede ofrecernos. Volveremos.