Se acercan las fiestas y las trufas son una de las cosas más socorridas que hay en el mundo mundial para regalar y quedar como un señor o señora. ¿Que nunca habéis intentado hacer trufas? Pues esta es vuestra oportunidad, porque son fáciles de hacer y dan un resultado fantástico. Os traigo esta vez unas trufas de Baileys. Es que yo adoro el Baileys; no soy nada de beber licores, pero este licor irlandés con crema y whisky me parece delicioso. Bueno, al grano, que el tiempo vuela.
La preparación que se utiliza para hacer las trufas se llama ganache. Consiste en una emulsión de chocolate en nata (a veces también con algo de mantequilla), con distintas proporciones de uno u otro ingrediente, según el uso que se le vaya a dar. La consistencia varía según la proporción de chocolate que lleve, a más chocolate, más sólido el resultado. Se le pueden añadir diversos saborizantes, como es en este caso el Baileys.
Ingredientes
250 g de chocolate con leche, 150 g de chocolate negro (de 70%), 100 ml de nata líquida para montar, 2 cucharadas de azúcar, 3 cucharadas de mantequilla, 4 cucharadas de Baileys, cacao en polvo para rebozar.
Elaboración
Vierte la nata en un cazo. Añade el azúcar. Calienta a fuego suave sin parar de remover hasta que llegue casi a ebullición. Retira del fuego y añade la mantequilla, el chocolate partido en trozos y el Baileys. Remueve hasta que se derrita todo el chocolate y la mantequilla.
Prepara un recipiente o molde de unos 15×15 cm (el mío era de 11×25 cm) y fórralo con plástico de cocina para poder sacar luego la ganache sin problemas. Vierte la mezcla en el molde y golpéalo con cuidado sobre la encimera para que se distribuya bien y se alise la superficie. Mételo en el frigorífico toda una noche.
Al día siguiente, desmolda la ganache en una fuente espolvoreada de cacao en polvo. Corta en cubitos y colócalos en cápsulas para bombones. Espolvorea la superficie de nuevo con cacao en polvo. Elige una bonita caja para envasarlos si vas a ofrecerlos como regalo.
Consejos, degustación
Como veis en las fotos, he hecho las trufas en forma de cubo, tal cual quedan al cortar la ganache, pero por supuesto se les puede dar la clásica forma de bolitas. Para ello, no hay más que rodar los cubitos entre las palmas de las manos, y rebozar luego las bolitas en el cacao en polvo. Sencillamente, en cubos es más rápido y se monta menos desbarajuste en la cocina.
Puedes variar la proporción de los chocolates a tu gusto. A mí no me emociona el chocolate negro, por eso puse una buena proporción de chocolate con leche, pero los amantes del chocolate amargo pueden usar solamente de este tipo. Las trufas duran un par de semanas en el frigorífico bien envueltas o guardadas en una caja de metal. También las puedes congelar.
Estas trufas de Baileys tienen un sutil y agradable sabor a este licor. Agradable para quien le guste el Baileys, claro. Con esta facilísima receta, que ni siquiera requiere moldear las bolitas, ya no tenéis excusa para no sorprender a vuestros invitados estas próximas fiestas. Palabra de El Invitado de Invierno.