Y con ajos confitados… ñam. Buena, bonita y barata. Esta torta de pimientos y sardinas es un híbrido para el que me he inspirado en diversas fuentes. Por un lado la base es una socca provenzal, una torta de harina de garbanzos típica nizarda que se prepara en el horno o en parrilla. Normalmente se toma sola, aderezada con sal, especias diversas y aceite de oliva. La receta procede de mi querido David Lebovitz.
La inspiración para ponerle otros ingredientes encima viene del libro Plenty, del famoso cocinero Yotam Ottolenghi de los restaurantes londinenses del mismo nombre, que incluye una torta similar con cebolla caramelizada y tomatitos cherry… Pero francamente, lo de los tomates cherry y la cebolla caramelizada empieza ya a ser cansino… ¿es que no hay otros ingredientes? Pues probemos a variar. Me encantan los pimientos rojos asados y con alguna conserva de pescado, como las sardinillas, resultan fetén. Decidido. Viva el mestizaje culinario.
Ingredientes para 2-3 tortas
Para las soccas: 140 g de harina de garbanzo, 280 ml de agua, 3/4 cucharadita de sal, 1 pellizco de comino machacado, 2 cucharadas de aceite de oliva y otras 2 para el molde.
Para el relleno: 3 pimientos rojos carnosos, 6 ajos, 2 cucharadas de aceite, 2 latas de sardinas, sal.
Elaboración
Primero asa los pimientos. Calienta el horno a 190 ºC. Ponlos en una bandeja un poco untados de aceite y ásalos hasta que la piel esté tostada y se separe de la carne. Sácalos y ponlos en algún recipiente con tapa, para que suden. Así luego se quita la piel con toda facilidad. Cuando estén bien fríos, pélalos, quítales las semillas y reserva el líquido que sueltan. Trocéalos en tiras.
Mezcla los ingredientes de la torta de garbanzos, remueve bien para que no queden grumos. Deja reposar 2 horas, para que se hidrate bien la harina.
Haz ahora los ajos confitados. Para ello, pela los ajos, córtalos en trozos grandes y sofríelos en una sartén pequeña con las 2 cucharadas de aceite, sin que se tuesten demasiado. Añádeles 5 o 6 cucharadas del jugo de cocción de los pimientos y confita despacito hasta que el líquido espese y se caramelice.
Cuando la masa esté lista, enciende el grill del horno e introduce una sartén, cazuela o incluso un molde de tarta que aguante el calor directo, y deja que se caliente bien. También puedes usar una paella y cocer toda la masa de golpe. Pincela el recipiente con la cucharada de aceite sobrante y echa una porción de masa, que cubra el fondo como un crepe; chisporroteará bonitamente. Vuelve a meter el recipiente en el horno y deja que se tueste la torta, estará en 2-8 minutos, en función de la potencia de tu grill. Saca la torta con una espátula y cuece el resto de la masa. Puedes reservar las tortas ya hechas dentro del propio horno, en una bandeja a nivel más bajo, para que no se enfríen del todo.
Coloca el relleno sobre las tortas ya cocidas, con rapidez para que no se enfríen demasiado y justo antes de servirlas: primero el pimiento, después las sardinillas y por último los ajos confitados. Añade bien de sal al pimiento, pues es dulce. Puedes añadir alguna otra especia si te apetece.
Corta las tortas en cuñas y deglútelas de inmediato, porque el jugo de los pimientos hace que se reblandezcan… deliciosas con un buen vino.
Consejos, degustación
Es buena idea hacer los pimientos el día anterior, así se enfrían perfectamente y la cosa parece menos trabajosa. Luego no hay más que hacer la masa de garbanzos y confitar los ajos para montar todo el tinglado.
Si no te gustan las sardinas, puedes cambiarlas por otro pescado en conserva, como caballa o atún.
La harina de garbanzos se encuentra fácilmente en herbolarios. También se puede hacer triturando garbanzos con un robot potente, como una Thermomix. Gracias a la harina de garbanzos esta torta de pimientos y sardinas es perfectamente apta para celiacos.