Sandía miel hierbabuenaSandía adobada en miel, vinagre y hierbabuena, y luego salteada. Esta sandía salteada con miel y hierbabuena es una receta del chef francés Michel Trama (estrella Michelin) que cita Miguel López Castanier, chef de la madrileña Taberna de Liria en un delicioso librillo de recetas manchegas, La cocina de Plinio, basado en los libros de Francisco García Pavón. A mí la sandía tal cual no me llama la atención, me resulta sosa (en cualquier caso, yo no soy muy frutera). Pero en esta receta el adobo le da precisamente la gracia que para mí le falta.

Sencilla, refrescante y sorprendente, una forma de comer la sandía que merece la pena probar. Y como ya empieza a apretar la caló, apetecen estas recetuelas sin complicaciones. Si servís esta sandía de aperitivo con una cervecita, dejaréis epatados a vuestros invitados. Palabrita del niño Jesús. Al grano:

Ingredientes para 4 personas

1/2 sandía en tajadas peladas, 1 cucharada colmada de miel, 2 cucharadas de vinagre de Jerez, 1 buen ramillete de hierbabuena, sal al gusto, aceite de oliva.

Elaboración

Sala las tajadas de sandía. Lava y seca la hierbabuena, y pícala muy menuda.

En un cuenco, mezcla la miel, el vinagre y la hierbabuena picada. Remueve con saña. Unta bien las tajadas de sandía en este adobo, y deja reposar por lo menos un cuarto de hora.

En una sartén antiadherente, vierte un chorrito de aceite y pincela toda la superficie. Pon la sartén a fuego vivo y, cuando esté caliente, coloca las tajadas de sandía untadas en el adobo. Deja que se hagan 3 o 4 minutos por cada cara, verás que cambian de color.

Una vez hechas, pásalas a una fuente y córtalas en pedazos del tamaño que quieras. Sírvela como aperitivo en un día de calor, tibia o a temperatura ambiente.

Sandía miel hierbabuenaConsejos, degustación

La combinación de sabores es sorprendente en esta sandía salteada con miel y hierbabuena. En especial la hierbabuena le da un toque magnífico. Y no os asustéis porque os parezca excesiva la cantidad de hierbabuena, el sabor se diluye un poco con el calor del salteado, pero le va de miedo a la sandía. Palabra de El Invitado de Invierno.