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Esta primavera os dejé unas cuantas recetas básicas de adobos y marinadas, ideales para preparar carnes y pescados para la barbacoa. Sin duda, la mejor carne para asados y barbacoas al aire libre es el cordero, sobre todo si usamos cordero lechal o recental, muy sabroso y tierno.

Aunque la carne de cordero es muy jugosa y rica en grasas, que evitan que se reseque al asarla, podremos adobarla con diferentes marinadas para cordero, como la que os propongo hoy, para mejorar el sabor y ablandarla un poco, algo casi imprescindible si se trata de corderos no tan jóvenes.

Marinada para pierna de cordero al horno

Una pierna de cordero grande, o dos pequeñas (paletillas), una cucharada de aceite de oliva, 2 zanahorias, en rodajas, 2 cebollas en juliana, 2 ramas de apio, picadas, 2 dientes de ajo, picados, una cucharadita de romero, un ramillete de perejil, 3 hojas de laurel, 8 semillas de enebro, aplastadas, 8 granos de pimienta negra, aplastados, una cucharadita de sal, medio litro de vino tinto, 200 cc. vinagre de vino.

Elaboración

Limpia la pierna de cordero del exceso de grasa, aunque siempre es bueno dejar un poco para que no se reseque demasiado. Coloca en una bandeja profunda grande.

Calienta el aceite en una cazuela y saltea las zanahorias, las cebollas, el apio y los ajos durante 5 minutos, o hasta que queden dorados. Añade el resto de ingredientes y deja cocer 20 minutos. Aparta y deja enfriar la marinada.

Cubre la pierna de cordero con esta marinada, en frío. Deja reposar 5-6 días en el frigorífico, dando 2-3 vueltas cada día, para que impregne bien la carne. Antes de asarla, escurre de la marinada y coloca la pierna de cordero en una bandeja para horno, cubriendo con las verduras de la marinada.

Asa a horno fuerte, 230º C, unos 15 minutos, luego bajamos a 180º y dejamos asar una hora más, o hasta que quede muy tierna, regando de vez en cuando con la marinada sobrante. Sirve al momento esta pierna de cordero al horno.

Esta receta se la dedico a mi amiga Lourdes, que el otro día me impresionó con un asado de cordero exquisito en su casa. Y es que ya lo dice el refranero popular:

Un cocinero se hace, un asador nace.