Hacía tiempo que me apetecía preparar un bizcocho de naranja. Nada mejor que utilizar ingredientes de temporada en nuestras recetas. Entonces se alinearon los astros, llegó mi supermagnífico horno nuevo y encontré una inspiradora receta de bizcocho de naranja con aceite de oliva, con el mediterráneo toque del aceite. ¿Qué más podía pedir? Pues a ello.
Este bizcocho tiene la particularidad de que en lugar de añadirle el zumo de naranja y algo de ralladura para darle el sabor a naranja, como es lo más habitual, se añaden las naranjas enteritas confitadas y algo del almíbar resultante. Qué gran idea, pardiez. Para mantener una ilusión de alimento sano, usé harina integral de espelta y azúcar integral ecológico, pero apenas se nota que el bizcocho es integral. Eso sí, estos ingredientes le dan un sabor muy navideño, aunque estemos fuera de temporada.
Ingredientes
Para las naranjas confitadas: 2 naranjas, 1 vaso de agua, 1 vaso de azúcar.
Para el bizcocho: 450 g de harina (la que más os guste), 300 g de azúcar, 3 cucharaditas de levadura química, 1 cucharadita de bicarbonato sódico, 4 huevos, 6 cucharadas de aceite de oliva virgen.
Elaboración
Empieza por confitar las naranjas. Lávalas bien. Córtales las tapas de los extremos y deséchalas. Trocéalas en rodajitas o en gajos, como prefieras. Pon el agua y el azúcar a calentar en una sartén de fondo grueso hasta que se disuelva todo el azúcar. Añade la naranja cortada y deja que se confite lentamente, hasta que la corteza esté blanda y transparente, por lo menos media hora, aunque eso dependerá de la clase de naranja. Deja enfriar totalmente.
Pesa la harina, añade la levadura y el bicarbonato y tamízalo todo con un colador o un cernidor. Casca los huevos y mézclalos bien con el aceite. Escurre el almíbar de las naranjas y añádelo a los huevos también.
Junta la mezcla de huevos con la mezcla de harina y bate bien hasta obtener una masa homogénea. Reserva.
Pon las naranjas confitadas en un robot de cocina potente y tritura hasta obtener un puré grueso. Añade este puré a la masa anterior, removiendo bien hasta que esté perfectamente repartido.
Unta de mantequilla y de harina un molde desmontable o de silicona (mejor poner un círculo de papel sulfurizado en el fondo, pues el bizcocho es pegajoso), y cuece el bizcocho en el horno precalentado a 180 ºC. Al cabo de 40 minutos, comprueba con una brocheta que esté bien hecho por dentro. Sácalo, desmolda sobre rejilla y deja enfriar.
Consejos, degustación
No os voy a engañar, este bizcocho es bestia, una inyección de calorías perfecta para estos días heladores que llevamos. Queda denso y jugoso, a mí me recuerda a una tarta de Santiago, pero con naranja en lugar de almendra. Se le puede poner un glaseado hecho con zumo de naranja y azúcar glas, pero a mí esos glaseados pringosos no me entusiasman, por eso prefiero espolvorearlo de azúcar glas y santas pascuas.
Tomad este bizcocho de naranja con aceite de oliva con una copita de vino dulce en una sobremesa de este febrero helador, mientras contempláis cómo los días se hacen más largos junto a la mesa camilla. Y ya me contáis. Palabra de El Invitado de Invierno.
