Este tronco nevado de navidad está inspirado en la cassata siciliana, una deliciosa tarta rellena de ricotta dulce con frutas y chocolate, a la que daremos forma de tronco de árbol con la ayuda del práctico molde que nuestra amiga Carmen de Caprichosdecocina nos ha facilitado. Si no tienes este molde, puedes hacer un bizcocho de plantilla y enrollarlo luego con el relleno dentro.
El marrasquino es un licor dulce y transparente a base de cerezas, ideal para postres con frutas. Si no lo encuentras puedes usar kirsch o ron blanco. Además recordaros que el tronco de navidad es una tradición francesa, la bûche de noël.
Ingredientes
Para el bizcocho: 6 huevos, 200 gr. de harina, 200 gr. azúcar, un poco de esencia de vainilla.
Para el relleno: 500 gr. requesón o queso fresco, 150 gr. azúcar, 100 gr. chocolate negro, 100 gr. fruta confitada, 30 gr. piñones pelados, 50 cc. marrasquino (licor de cerezas), pizca de canela molida.
Para el glaseado: 150 gr. mermelada de albaricoques, 300 gr. chocolate negro de cobertura, 100 cc. leche, 20 gr. mantequilla, una hoja de gelatina.
Elaboración
Prepara la masa para el bizcocho batiendo los huevos con el azúcar y la vainilla, con varillas eléctricas o thermomix con mariposa, hasta que la mezcla triplique el volumen. Incorpora entonces la harina, pasada por un tamiz, poco a poco, removiendo con una espátula.
Vierte en el molde engrasado y ligeramente enharinado, y cuece en el horno unos 30 minutos a 180º, o hasta que al insertar una bocheta salga limpia. Saca y deja enfriar, dentro del molde. Una vez totalmente frío, vaciamos el interior del bizcocho, usando un cuchillo corto afilado, o una cuchara, dejando al menos un centímetro en las paredes. Reserva la tapa del orificio que hemos practicado.
Bate aparte el requesón con el azúcar, hasta que quede cremoso. Mezcla con el chocolate rallado, la fruta picada, la canela, un poco de licor y los piñones. Rellena el bizcocho con esta mezcla, tapando con la parte del bizcocho reservada. Desmolda sobre una bandeja y cubre con la mermelada de albaricoques, dejando 2 horas en frío para que la cobertura se endurezca y el interior quede esponjoso.
Calienta aparte a un baño María suave el chocolate con la leche y la mantequilla, removiendo hasta que quede una crema lisa. Añade la hoja de gelatina remojada, para dar brillo, y cubre bien el tronco con esta cobertura de chocolate. Acaba decorando con un tenedor, para marcar las vetas del tronco, espolvorea con un poco de azúcar en polvo y deja enfriar antes de servir este espectacular tronco nevado de navidad.
Las decoraciones que se suelen usar llegan hasta imitar pequeños champiñones de merengue, añadir hojas de chocolate, frutos rojos, hojas de acebo, etc. Yo prefiero una decoración más sobria, pero cada cual que deje volar su imaginación y lo decore a su particular y personal gusto.
A mí los troncos de Navidad siempre me han llamado mucho la atención estéticamente hablando. Desde luego este molde facilita mucho que el acabado sea espectacular, pero es que te ha quedado que ya lo querrían para sí muchas pastelerías en sus vitrinas.
Genial.
Besitos sin gluten.
Uff, muchas gracias, trabajito me ha costado :-)
Y enhorabuena por tu blog, reconozco que tiene mérito cocinar sin gluten.
Un abrazo.
Guau, con ese molde ya podrás! Te ha quedado precioso. Sí, igual algún día me da la berza de hacer un tronco de Navidad… con champiñones de merengue… ñam
Pensaba que lo habías cortado de un árbol…sencillo y espectacular, aunque hace mucho el molde de tronco jejej, además el relleno tiene que estar, ummmm. Enhorabuena, ¡Ha quedado realmente resultón!
Jeje, gracias, Laura, bueno, el molde es bueno, pero igualmente si lo haces enrollado, a modo de brazo de gitano, queda muy bien. El truco es marcar bien la superficie del chocolate, para darle el aspecto de tronco :-)
Un abrazo.