Nada mejor que un cremoso risotto para una comida completa y sabrosa. En este caso he aprovechado para esta receta unas cuantas verduras de la nevera, siendo el ingrediente principal las alcachofas, una de las verduras que más me gustan en estofados y arroces. La receta de risotto de alcachofas y zanahorias se adereza al final, para darle un toque aromático, con una “gremolata” a base de perejil, ajos y ralladura de naranja y limón.
Ingredientes para el risotto de alcachofas y zanahorias
Una cebolla mediana, 3 alcachofas, 2 zanahorias medianas, una ramita de apio, 30 gr. mantequilla, 300 gr. arroz arborio (si no lo encuentras puedes usar arroz tipo bomba), un litro de caldo de pollo, sal, pimienta, pizca de nuez moscada, unas hebras de azafrán, 100 gr. parmesano o grana padano rallado, una cucharada de mantequilla adicional (para mantecar el risotto, al final).
Para la gremolata: dos dientes de ajo pelados, un ramillete de perejil, ralladura de una naranja y un limón.
Elaboración
En una sartén grande, de fondo grueso, calienta la mantequilla a fuego medio. Añade la cebolla y el apio cortados muy finos, las alcachofas, bien limpias de hojas exteriores, y cortadas en láminas muy finas, y las zanahorias en dados pequeños.
Saltea hasta que la cebolla esté transparente. Añade el arroz y saltea todo junto a fuego moderado. Cubre con el caldo de pollo caliente y sazona con sal, pimienta, nuez moscada y unas hebras de azafrán.
Deja cocer 18-20 minutos, o hasta que el arroz esté en su punto, al dente, removiendo con frecuencia con cuchara de madera, para que el arroz suelte su almidón.
Prepara la gremolata mientras se acaba el arroz. Pica muy fino los ajos con el perejil y mezcla con la ralladura de limón y de naranja. Reserva.
Ya al final mantecamos el risotto como siempre, añadiendo un poco de mantequilla y el parmesano. Mezclamos bien y servimos al momento, decorando con la gremolata, que aportará un toque aromático muy agradable a esta receta de risotto de alcachofas y zanahorias.
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