Chutney o mermelada especiada de calabaza y tomate. Mis recetas con Thermomix

Chutney de calabaza y tomate © José Maldonado

Los chutneys son preparaciones especiadas de la cocina hindú, la mayoría hechos con frutas como el mango, melocotones o plátanos, y que sirven de acompañamiento o entrantes en la cocina oriental. Las posibilidades son infinitas, y su sabor agridulce es un buen estimulante del apetito. En este caso, he elegido este chutney o mermelada especiada de calabaza y tomate.

Los chutneys de tomate son una buena forma de conservar los abundantes y muy dulces tomates de verano, y podemos considerarlos los precursores del ketchup, salsa especiada de tomate, salvando las distancias, ya que los chutneys conservan cierta textura de las verduras y frutas.

Hemos usado Thermomix para la elaboración, por su preciso control de temperatura que evitará que nuestro chutney pueda pegarse, consiguiendo una cocción suave y uniforme. Igualmente lo podemos preparar en una cazuela de fondo grueso, cociendo a fuego muy lento.

Ingredientes, para un kilo de chutney, aproximadamente

400 gr. calabaza pelada, sin semillas, 700 gr. tomates pelados muy maduros, una cebolla, una cucharada de sal, 30 gr. pasas sin semillas, 25 gr. jengibre fresco rallado, una cucharadita de pimienta de jamaica, una cucharadita de pimienta rosa, 175 gr. azúcar blanca, 175 gr. azúcar moreno, 100 cc. vinagre de vino blanco o de manzana.

Elaboración con Thermomix

En todo caso, pela los tomates escaldándolos en agua hirviendo durante un par de minutos. Previamente es mejor hacer un corte en forma de cruz en el extremo de los tomates, para facilitar el pelado. Escurre y deja en agua fría. Retira las pieles cuando se puedan manipular.

Escaldado y pelado de los tomates © José Maldonado

Introduce en el vaso la calabaza pelada y cortada en dados con los tomates pelados, enteros, y la cebolla en juliana. Añade el resto de ingredientes y especias cuidando de machacar un poco las pimientas con el mortero.

Programa 50 minutos a 100º, velocidad 1, hasta que quede todo bien cocido. Debe quedar ni muy sólido ni demasiado líquido, en su punto justo.

Si quieres que quede con menos textura tritura ya al final unos segundos a velocidad 3, hasta que tenga la consistencia deseada.

Chutney de calabaza y tomate © José Maldonado

Elaboración tradicional

Introduce los ingredientes citados en una cazuela de fondo grueso, mejor de aluminio o acero inoxidable, y si es antiadherente mejor. Cuece a fuego lento durante 50 minutos, sin que apenas hierva, siempre por debajo del punto de ebullición, removiendo con frecuencia, sobre todo al final, ya que tiende a agarrarse.

Si esto ocurriera transfiere a otro cazo sin levantar lo pegado. Añade algo de agua y sigue cociendo hasta el final.

Conservación

Este chutney de calabaza y tomate se conserva bastante tiempo, gracias al vinagre y sobre todo al azúcar contenido. Consulta nuestros consejos sobre conservación para mayor información.

Transfiere el chutney caliente a tarros de cristal esterilizados, llenando hasta el borde. Cubre con papel encerado y luego con dos capas de papel sulfurizado grueso, ajustando con un elástico. Conserva en la despensa fresca y ventilada, donde se conservará muchos meses.

Chutney de calabaza y tomate © José Maldonado

Degustación

Este chutney es ideal para aperitivos, y se puede servir sobre tostadas, siendo un acompañamiento ideal de quesos frescos o quesos más intensos. Es ideal servido con un poco de brie o camembert, por ejemplo. También combina bien con salados, como las anchoas.

Otra posibilidad es usarlo para aromatizar salsas, sopas o cremas especiadas, por ejemplo cuando preparamos un curry de verduras o pollo, añadiendo casi al final para espesar y aromatizar la salsa.

Si lo quieres tomar al modo tradicional, los puedes acompañar con papadoms, una especie de tortitas crujientes o panecillos de la India, hechos con harina de lentejas y especias, y que se fríen justo antes de servir.